Hello, everyone! It’s been yonks, hasn’t it, but here we are. Today I’m offering a translation of the section in Oplosophia* that discusses the use of the sword and buckler. This is now an old translation that I’ve left largely unedited, so there are potential inaccuracies, and there will certainly be refinements I’ll want to add in future (since I’m currently revisiting Oplosophia). But I wanted to get this out into the world anyway, as raw as it is — keeping these caveats visibly in place. Finally, anything in square brackets [] is my own note (or in a couple of cases below, a footnote).
Modern Spanish translation:
Capítulo Noveno, Libro Tercero (AGEA Edition pg. 204-206)
Cómo usará el Diestro el Broquel cuando hace compañía a la espada, y de los primeros que lo inventaron
Hoy día es tan conocido el uso de la espada y broquel, asi por su liviandad como por la comodidad de que se puede traer más fácilmente, que veo casi olvidado el ejercicio de la espada y rodela, tan propio entre la nación portuguesa; más cómo los costumbres se usaron asi como se apreciaron, y el Broquel se solicita su estimación con los atributos ya referidos, no hay mucho que no se practican tanto las excelencias de la rodela, que siempre fue muy poderoso el costumbre para mudar ante la misma naturaleza: (Supuesto que ya los antiguos practicaban este modo de armas, porque a primera orden dos falanges macedónicos se armaban con escudos Argólicos, que se ven a ser como broqueles, y Eliano [Claudio Eliano] dice que la usanza macedónica trajo a los Romanos los escudos redondos, y las astas o Sarissas se comparan a manera del broquel y estoque, pues aquella se empuñaba con la mano, y a este fue[1] semejante a los botes [como botar, ataque repentino] de las astas mencionadas.) por lo que me parece notar, asi lo en que se distingue el broquel de la rodela cuando se [[tras]?], como la diferencia que hay en las aplicaciones de una y otra arma, para que el Diestro batallando no le cambia los oficios. Las espadas largas, o los estoques, en algún modo son mas propias armas para hacerze compañía al Broquel, por razón de que como anda separado[2] de los pechos, y por esta causa queda el cuerpo casi en cuadro, es conveniente que la espada tenga largueza que supera, o no va a poder con perfección perfilarse el cuerpo para el lado derecho, y poder asi mejor ofender de fuera de los medios ordinarios:
[[Porem] sin embargo?], como la verdad de mis preceptos no se suponen excesos, ni ventajas para lograr los efectos de la Verdadera Destreza, la espada será la común, y el Broquel que acompaña de bastante grandeza, como tener dos palmos de diámetro, porque no lo considero bien que sea demasiadamente grande como para quitar la vista, y de impedir en algunos termos los movimientos de la espada, y se debe ser compuesto de acero, or de madera [[ennervada]?], o de corcho con sus vergas de hierro en las circunferencias; se debe traer con el brazo izquierdo tendido naturalmente, bien empuñado en la mano, con mucha advertencia en el sentido de tacto, y para mayor fortaleza con el dedo pulgar apoyándolo, y tener el Broquel un poco ladeado para que no interrumpe la vista, y para que las estocadas que repare se resbalan a la parte de afuera. Y queriendo impedir algunos golpes contrarios, no serán nunca los movimientos tan grandes que descubren el centro del brazo izquierdo, porque puede el contrario con rapidez convertir las heridas a los partes que vio descubiertos, y todos los golpes se recibirán n la verga de circunferencia del semidiámetro superior, porque este lugar más los resiste, y más devia las espada.
De suerte que[3] asi tendido el Broquel, y siempre en su lugar, guarda más el cuerpo, anda con mayor gracia, y los golpes tienen mas espacioso camino para ofender el contrario; y todavía las heridas que ejecuta la espada en compañía del Broquel son en menos cantidad, se dan con mayor gentileza se nacen de los movimientos remisos de las estocadas naturales, nunca por encima del Broquel, ni obligando que mude el centro con grandes [[desmanchos]strikes? Blows? Undoings?], ni ladeándose con quebrar la muñeca solamente para donde conviene, las estocadas de [[fio] hilo? Cadena?] proceden con facilidad a las estocadas de puño, y son muy provechosas con el Broquel dándose sucesivamente. Lo que domina la espada son los reparos o desvíos por dignidad[4], y todos los demás oficios por acontecimiento. Y generalmente sus aplicaciones serán siempre donde se desagrega a la espada, o del lugar donde se mueve.
Modern English translation:
Chapter Nine, Book Three
How the Diestro shall use the buckler when it accompanies the sword, and on those who first invented it
Today the use of the buckler is very familiar for many reasons, including its lightness and ease of carrying. So much so that I see that the exercise of the rotella is almost forgotten, once well known in Portugal, though there is little in the excellencies of the rotella that is not carried into the use of the buckler, which it seems right for me to note, both in terms of the similarities and differences between the buckler and the rotella, as well as the similarities and differences in their applications, so the Diestro while fighting will not change or mistake techniques. (Given that the ancients already practiced this style of fighting, firstly because two Macedonian phalanxes equipped themselves with Argolic shields, which can be seen to resemble bucklers, and (Claudio) Eliano says that the Macedonian use brought these round shields to the Romans, and the pikes or sarissas can be compared to the bucker and estoc, because the estoc could be held in one hand and offer thrusts like the pikes.) Longer swords, or estocs, are often better company for bucklers, because the buckler must remain distant from the chest, which then causes the body to be almost squared to the opponent. Therefore a longer sword offsets the shortening of reach, because the body while holding a buckler cannot perfectly profile itself against an opponent, and lets the Diestro better offer threat outside of regular measures.
Nevertheless, since my perceptions and thoughts cannot imply excesses or advantages to achieve the effects of LVD, the sword shall be the common one, and its accompanying buckler of fairly large size, at least two palms in diameter[1], but no more; because it is not good for it to be so big that it impedes sight, or certain movements of the sword around it. The buckler should be made of steel, or wood, or of cork edged with steel along its circumference. It should be held with the left harm extended naturally, well gripped in the hand with the thumb supporting it, for greater strength, though not so tightly that the buckler cannot be read by feel. It should be held a little off to the side so as not to impede sight, and so that the thrusts it parries slide off to the outside. And when attempting to parry the opponent’s attacks, the buckler arm should not move so broadly as to leave the center of the left arm uncovered, because the opponent can quickly shift his attacks to those places left unprotected. All blows should be taken along the circumference edge of the upper half of the shield, because this place best resists and deviates the opponent’s sword.
By holding the buckler in this way, and always in its proper place, it will better guard the body, move with greater grace, and the Diestro’s blows will have a more spacious path to threaten the opponent, and though the number of attacks the sword subjects against the opponent are fewer with the buckler, they are given with greater precision and care and arise from the remiss motions of natural thrusts, never given over the buckler, nor obligating it to move from its center by giving great blows, nor leaving it to the side, opening only the wrist to arrive at where the opponent’s sword comes in. The estocadas de hilo[2] proceed easily from the estocadas de puño, and are very advantageous with the buckler when attacking consecutively. What will dominate the sword are the parries or desvios by dignity, and the remaining actions should be responded to on a case by case basis. And generally, the buckler should be applied always where the opponent’s sword breaks contact, or applied to the point from where it moved.